Cap table: el error que no duele hoy, pero te pasa factura el día de mañana
- Pilar del Prado Abril

- hace 5 días
- 3 Min. de lectura

Recientemente publicamos un artículo comentando "Los errores más comunes de los fundadores (y cómo evitarlos)”, donde analizamos decisiones clave en startups early-stage que parecen pequeñas al principio, pero acaban teniendo un impacto enorme.
Comentamos que existían tres errores que se repiten constantemente: cap table, timing para levantar inversión y equipo fundador.
En este artículo profundizaremos en el primero, el cap table.
Los errores: cuando el cap table se decide sin pensar demasiado
En las primeras etapas de una startup, el cap table rara vez se diseña, simplemente ocurre.
El equity suele repartirse para cerrar rápido, para sumar a alguien que ayuda, para no perder una oportunidad o para evitar una conversación incómoda. Todo parece razonable en ese momento. El proyecto acaba de arrancar, hay ilusión y nadie quiere frenar por “temas legales”.
El problema es que el equity se reparte sin una lógica clara. Advisors que entran sin objetivos definidos, socios que dejan de aportar pero mantienen un porcentaje relevante, acuerdos verbales que nunca se formalizan y estructuras que solo tienen sentido para el presente inmediato.
No es mala intención. Es falta de perspectiva.
Y el cap table, a diferencia de otras decisiones early-stage, no se puede rehacer fácilmente.
Las consecuencias: cuando el problema ya no es teórico
Durante meses, a veces años, no pasa nada, el producto avanza, el equipo crece y la startup parece ir en la dirección correcta.
Las consecuencias aparecen más tarde, casi siempre cuando entra un tercero en la ecuación: un inversor, un perfil senior clave o un potencial comprador.
De repente, el cap table empieza a generar preguntas incómodas:
Fundadores demasiado diluidos para la fase en la que están.
Personas en el accionariado que ya no aportan valor.
Poco margen para atraer talento sin diluir en exceso.
Inversores que piden reordenar la estructura antes de avanzar.
Y aquí está el verdadero problema: el cap table empieza a condicionar decisiones estratégicas. No por el producto, no por el mercado, sino por decisiones tomadas cuando el riesgo parecía menor.
Muchas startups sólidas no se frenan por falta de tracción, sino por una estructura que no aguanta el siguiente paso.
Las soluciones: diseñar el cap table como una herramienta, no como un parche
Un buen cap table no va de hacerlo perfecto, sino de hacerlo consciente.
Empieza por entender que el equity no es un favor ni una recompensa emocional. Es una herramienta estratégica que debe reflejar riesgo, compromiso y creación de valor a largo plazo. Lo que no cumple esas condiciones probablemente no debería estar en el cap table.
También implica asumir que el futuro importa. El cap table no debe servir solo para hoy, sino para las rondas que aún no existen, el equipo que todavía no está y las decisiones que tendrás que tomar cuando la startup crezca.
Establecer vesting desde el inicio, especialmente entre fundadores, no es desconfianza: es alineación.
Reservar espacio para talento futuro no es conservador: es realista.
Y tener conversaciones incómodas temprano suele evitar conflictos mucho más costosos después.
Diseñar bien el cap table es, en el fondo, proteger la capacidad de decidir cuando las cosas empiecen a ir bien.
Por qué este tema forma parte de la serie
Como hemos comentado al inicio, esta serie nace de patrones que se repiten una y otra vez en startups early-stage: decisiones que parecen menores cuando el proyecto arranca, pero que acaban condicionándolo todo.
El cap table suele ser el primer error porque es silencioso. No genera urgencia, no bloquea el día a día y casi nunca se cuestiona.
Hasta que empiezan a aparecer otros problemas igual de críticos, como levantar inversión antes de tiempo o construir un equipo fundador desalineado.
Todos tienen algo en común: no fallan el día uno. Fallan cuando la startup ya ha avanzado lo suficiente como para que el coste sea real.
Cómo puede ayudarte Nomu Labs
En Nomu Labs trabajamos con fundadores que están justo en ese punto: cuando aún se puede decidir bien, pero el margen empieza a estrecharse.
Ayudamos a revisar y diseñar estructuras que acompañen el crecimiento del proyecto, no que lo frenen.
No entramos cuando el problema es evidente para todos, sino cuando todavía es evitable.
Si el cap table de tu startup es algo que prefieres no mirar demasiado… probablemente es el mejor momento para hacerlo.
Más información en nomulabs.com




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